Bruce Nauman, Indiana,1941.



jueves, 24 de marzo de 2011

JAPÓN...

*



Los Emperadores de Japón visitan
a los damnificados





Octavio Paz  admiraba  la poesía japonesa por su equilibrio para ser precisa e indeterminada a un tiempo,de "voluntario inacabamiento" habla Paz-,  por el sutil humor y la ironía con que anula cualquier pomposidad  y por la creación de imágenes fulgurantes  de una sonoridad especial capaces de  desencadenar hondas experiencias interiores.

Y en la introducción a Sendas de Oku, Paz, recuerda :
"... ni antes ni ahora Japón ha sido para nosotros una escuela de doctrinas, sistemas o filosofías, sino una sensibilidad. Lo contrario de la India: no nos ha enseñado a pensar sino a sentir".
Y subraya que ese sentir de Japón no se limita al pensamiento o a la sensación sino que abarca, junto al corazón y la mente, las mismas entrañas.

                                (ampliar mapa)

El refinamiento de la capacidad de sentir lo ha trasmitido Japón a través de sus poetas, novelistas, pintores,jardineros, arquitectos , músicos, cineastas...; Basho, Buson, Issa, o Kawawata, Mishima, Hokusai, Hiroshigue, Ozu, Kurosawa, Mizoguchi,... y tantos otros, también han sido y son maestros para Occidente.

En compensación Japón ha adoptado formas occidentales que han modernizado su tipo de vida como recuerda en un artículo en ABC el filósofo Eugenio Trías :" Me siento solidario con esa parte de la humanidad sufriente -Japón- que ha sido ejemplar en su fusión de las propias tradiciones con lo mejor de Occidente"[...] 

La tragedia que se abate estos días sobre Japón  y en unas dimensiones -no desconocidas para este país- pero otra vez gigantescas, el resto del mundo la interioriza con dolor y admiración: las muertes ya han sucedido aunque sean heridas abiertas  irreparables; lo que admira es la  reacción ante el desastre y que aun no finalizado y con un grado de peligro muy alto,los japoneses se dispongan a restablecer la vida cotidiana en medio de tantas dificultades con el coraje moral que infunde el respeto a uno mismo y la responsabilidad hacia los demás.

KENJI MIZOGUCHI y AKIRA KUROSAWA




Es el coraje  del escritor y director de cine Ryu Murakami en el artículo Yo no huiré donde muestra la necesidad de encontrar algún aspecto positivo en medio del desastre: "Frente a todo lo perdido, la esperanza es realmente lo que los japoneses hemos recuperado. El gran terremoto y el tsunami nos han robado muchas vidas y recursos. Pero nosotros, que estábamos tan intoxicados con nuestra propia prosperidad, hemos vuelto a plantar la semilla de la esperanza. Así prefiero creerlo."

Y también el del arquitecto Shigeru Ban, preparado para dar la batalla al desaliento con  tubos de cartón en ristre. Shigeru Ban es conocido en todo el mundo por los resultados sociales de su arquitectura de papel;

aunque también construya edificios de materiales caros y sofisticados como el Centro Pompidou de Metz, son las viviendas provisionales, escuelas y centros de primeros auxilios baratos y dignos -como el medio centenar de casas que construyó en Puerto Príncipe para familias victimas del terremoto de 2010, lo que le hacen admirable.


Este japonés que estudió arquitectura en California y trabajó un año en el estudio de su compatriota Arata Isozaki ha investigado  materiales baratos, -papel, bambú-, para convertirlos en  cilindros de cartón que tratados con poliuretano se transforman en sólidos materiales constructivos aptos para levantar viviendas temporales con  coste mínimo y en tiempo reducido:
"Me cansé de trabajar para los ricos. Quería hacer algo por la gente.Los materiales baratos no tienen por qué ser menos resistentes"
. En 1995 tras el terremoto de Kobe , en cinco semanas levantó casas de papel para muchos japoneses.Dice que la inspiración le vino de la solidez de los tubos en que guardan los planos los arquitectos.La actividad de Shigeru Ban es constante y a sus múltiples actividades profesionales y sociales se añade la de ser jurado del Premio Pritzker, uno de los galardones más ambicionados de arquitectura.


Construcciones de SHIGERU BAN:


                                 construyendo con papel en Puerto Príncipe






Maqueta del Pompidou de Metz

Pompidou de Metz


Shigeru Ban tiene mucho que decir sobre terremotos y tsunamis como se puede leer en esta entrevista:


"HAY QUE LEVANTAR EDIFICIOS ALTOS EN LA COSTA"

J. M. MARTÍ FONT - Barcelona - 20/03/2011

El arquitecto Shigeru Ban (Tokio, 1957) es consultor de las Naciones Unidas para los Refugiados y dirige la ONG Voluntary Architects' Network (VAN), especializada en viviendas temporales para poblaciones en zonas de desastre, adonde acude para construir habitáculos. El viernes dio una conferencia en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) donde explicó sus métodos, antes de volar a Japón para intervenir en los lugares donde se concentran los desplazados por el terremoto y el tsunami.

Pregunta. ¿Cree que después lo sucedido deben revisarse las normas de edificación?


Respuesta. Ningún edificio construido después de 1981 se derrumbó a causa del terremoto. En ese año se cambiaron las normas de edificación. Otra cosa es el tsunami. En este sentido, lo que habrá que cambiar son los planes urbanísticos de las ciudades. Deberán construir edificios de ladrillo, de al menos cuatro pisos de altura en las costas, que funcionen como un muro, para proteger los demás edificios. No estoy muy seguro de que sea algo bonito, pero es lo único que funcionaría. Este tipo de edificios no sólo protegerían a los demás, sino que permitirían a la gente escapar a las terrazas.

P. ¿Qué soluciones propondría usted ahora para dar cobijo a la gente desplazada?

R. Más de medio millón de personas se encuentra en grandes pabellones deportivos, bajo grandes cúpulas, y tendrán que seguir allí dos o tres meses hasta que las viviendas temporales estén listas. Van a estar en una situación en la que no hay privacidad, todas familias duermen juntas... es una situación muy dura para esta gente, mentalmente, psicológicamente, por lo que vamos a instalar un sistema a base de tubos de cartón duro y papel, que permite crear espacios individuales bajo el techo de los pabellones, que se pueden levantar durante el día. Es un sistema que he desarrollado para Naciones Unidas y que se utiliza en campos de refugiados adaptado a cada situación.

P. Este terremoto de nivel 9 en Japón y el subsiguiente tsunami pueden haber causado la muerte de unas 15.000 personas, mientras que el de Haití, mucho menos potente, se saldó con cientos de miles de muertos. ¿Qué reflexión hace como arquitecto?

R. Los terremotos no matan gente. Los escombros de los edificios son los que matan gente. No estamos hablando de un desastre natural, sino de un desastre provocado por el hombre. El tsunami, por supuesto, es otra cosa, pero los efectos de los terremotos son responsabilidad de los arquitectos. Los últimos terremotos, como el de Chile, muestran que el país estaba bien preparado en términos de normativa, y también el de Nueva Zelanda del mes pasado, donde por cierto hubo un par de edificios que se desplomaron y provocaron muertes pero fue porque el propietario no había hecho las reparaciones que le exigieron los ingenieros municipales. Un crimen.
SHIGERU BAN







ELOGIO DEL REFRENAMIENTO/ José Watanabe / una ética-estética japonesa



Con la palabra refrenamiento el poeta peruano José WATANABE rinde homenaje a una forma de ser y estar basada en la dignidad y la falta de aspavientos, tal como lo practicaba su padre y que él identifica con la educación japonesa del progenitor.En pocas páginas de intenso sabor autobiográfico -inolvidables como cualquiera de sus poemas- ,Watanabe describe ese modo de comportarse ante la adversidad, a veces extrema, que se ha vuelto a poner de manifiesto estos días en Japón.Es una estética interiorizada, ardida y convertida en ética ¿o es al revés?.Watanabe lo cuenta así:


"LOS hijos de los emigrantes japoneses escuchábamos en nuestra infancia que algún día toda la familia iría a Japón. Era un sueño poco convincente, aun para nuestros padres. El sueño se fue diluyendo y la cultura del entorno nos fue dando a nosotros, sus hijos, una identidad que terminaría siendo irrenunciable. Hoy somos un nuevo grupo de mestizos que forma parte insoslayable del complejo tejido social del Perú.


Mi padre llegó en 1916. Era un hombre alto y magro. Nunca pude imaginarlo trabajando como agricultor en los latifundios azucareros de la costa peruana, adonde empezaron a llegar los inmigrantes en 1899. Siempre estaba sosegado. Parecía que todos sus actos tenían un impecable anclaje interior. Esa contención natural fue el aspecto que más le aprecié, el que más me impresionaba. Mis hermanos y yo terminamos por controlar nuestras expansiones ante él. Nunca nos lo pidió, pero de alguna manera supimos que siempre esperaba de nosotros un comportamiento más discreto, más recogido de maneras. No es que hayamos reprimido nuestros modos expresivos, sino que aprendimos a no hacer inútiles aspavientos. Su actitud serena parecía decirnos que hay un orden natural que no requiere comentarios agregados e innecesarios a nuestros actos. Pecho adentro pueden estar las tragedias, las intensidades, los abismos, pero éstos no deben expresarse con largos ademanes.


Hay ocasiones en que le atribuyo a mi padre algunas de mis reacciones, pero creo que su actitud modifica especialmente mi conducta en circunastancias críticas. ante la adversidad extrema, me viene a veces una pulsión recóndita que me señala una responsabilidad: sé como tu padre." [...]

                                                                               *

En Elogio del refrenamiento Watanabe sigue profundizando en el tema y recordando cuánto debe su poesía a su padre, a su carácter y a sus haykus, pero también a otro refrenamiento diferente de raíz peruana, el de Paula Varas, su madre, cuya contención tenía otro matiz, duro y hermosamente áspero, que añaden misterio y gracia a la belleza de los poemas de Watanabe.



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